¿Sabías que KISS dejó de ser un beso?

¡Aunque no lo creas! Y no es que hubiésemos estudiado en una academia de inglés de dudosa reputación para escribir este blog pero te queremos comentar que KISS no significa beso… sencillamente significa Keep it Short and Simple (mantenlo corto y simple, que esta vez sí es la traducción literal).

Para algunos, una metodología que nació (según varias fuentes) en las presentaciones de marketing para acotar el discurso de venta de las campañas publicitarias, estableciendo focos en los ejes principales de la misma y los objetivos trazados para conseguir el éxito.

En un comienzo se trató del diseño y luego comenzó a aplicarse a las presentaciones frente a los clientes. Hoy, más que nunca, la metodología KISS es un principio que debe ser considerado en toda acción de marketing. Vivimos en el mundo de la iconografía (solo debes mirar la pantalla de tu móvil, tablet o PC para darte cuenta) y esto se trasladó a nuestra vida diaria donde las largas y tediosas explicaciones pasaron a ser eso: simplemente un ícono.

La sobreestimulación de las audiencias a través de los casi 6.000 impactos de marketing que recibimos a diario hace que la simpleza de uno de ellos, que llegue al corazón y a la mente y que se sitúe dentro de tu “Top of Mind”, es -definitivamente- el estímulo correcto… y muchos de ellos no son intrincadas gráficas o textos, si no más bien simples, directos y bien estructurados.

Para lograr el efecto deseado, te recomendamos seguir esta pauta de evaluación de tus propios contenidos:

• Encuentra tu raíz: ¿Qué es lo que quiere comunicar tu marca? Cuando fue creada, seguramente hiciste el trabajo de buscar tu público objetivo. Dirígete él, háblale y enamóralo. No “dispares a la bandada” ni busques amplitud de audiencias con mensajes poco segmentados.
• Lo simple es lo importante: Menos es más. Hace mucho tiempo que esta premisa pasó al primer lugar del marketing tradicional y digital. No te metas en un “bosque”. Saca a tu audiencia de ellos.
• Busca que lo entienda todo el mundo: Aquí la empatía es clave. Debes pensar y hablar justamente como lo hace tu audiencia. No busques estar por sobre ellos como marca. Mensajes claros y directos son parte de una gran fórmula.
• Contexto: Analiza la situación políticosocial para elaborar tu mensaje. ¿Qué quiere escuchar tu audiencia? En tiempos de Pandemia y confinados… ¿Querías saber sobre el último chip de un teléfono celular o querías contención y saber de una marca más humana? Siempre debes tener en cuenta sus gustos e intereses, adaptando el mensaje a la realidad.
• Evalúa una y otra vez: Al igual que la elaboración de la masa, se debe hacer una y otra vez para lograr la perfección. Dale vueltas, pide opiniones, busca y rebusca la simplicidad para llegar al objetivo. No te quedes con el primer boceto.

Simple no significa simplista… al mismo tiempo, ser simple no es fácil (¡Vaya reflexión!)

Pensemos en algo simplifique la vida y que controle todo…. lo tienes en la punta de lengua… o de tu dedo: ¡El botón de inicio de tu móvil! Con un simple toque cierras, abres, controlas y defines aplicaciones en tu pantalla. ¿Simple no?

Otro ejemplo es el buscador de Google: Cuando navegas por sitios de información tienes miles de hipervínculos, secciones, fotografías e infografías mientras que cuando buscas información en Google, lo haces en una línea con apenas dos botones que llaman tu atención (Buscar con Google y Me siento con suerte). ¡Otra vez simple!

“Lo simple puede ser más difícil que lo complejo pero conseguirlo es un trabajo duro que implica pensar con claridad. Pero vale la pena, una vez que lo logras puedes mover montañas” comentaba Steve Jobs en una de las grandes frases de que nos compartió.

En definitiva, lo simple puede ser complejo de conseguir. En Minga nos esforzamos al máximo por lograr productos que lleguen al corazón de tus clientes a través de la creatividad y performance, con un Viewability (índice de visualización) muy por sobre la industria. ¡Házlo simple… conversemos tu estrategia y déjala en nuestras manos!